Aunque en Corea del Sur no hay una ley específica en contra de la comunidad LGBTQ+, lo cierto es que dentro de su cultura sigue siendo visto como un tabú.
El artículo 31 de Ley de la Comisión Nacional de Derechos Humanos establece que ‘ninguna persona debe ser discriminada por su orientación sexual’. Pero fuera de esto, ni siquiera se menciona la homosexualidad de forma exacta dentro de la constitución Coreana.
Y si bien no es ilegal ser homosexual o cambiarse de sexo, para quienes pertenezcan a la comunidad no hay acceso igualitario a la unión civil, derechos reproductivos ni de adopción, el matrimonio entre personas del mismo sexo, y la protección contra la discriminación laboral depende de la jurisdicción.
El Centro de Investigaciones Pew hizo una encuesta en el 2013, donde se reveló que el 59% de los encuestados en Corea del Sur no estaban a favor de la homosexualidad.
En una sociedad tan cerrada, es comprensible que a los coreanos no les guste salir del closet. Prefieren mantener esto como un asunto privado.
Muchos jóvenes se lo cuentan primero a sus amigos antes que a sus padres. Y es normal que los padres coreanos sientan la vida de sus hijos como si fueran suyas. Suelen proyectar el futuro que quisieron para ellos en su descendencia, y por lo tanto quieren ver cómo esta continúa. El saber que un hijo es gay puede ser un golpe fuerte para ellos.
La sociedad coreana es muy competitiva, así que no quieren que su sexualidad sea un obstáculo para su futuro y reputación. Se cierran mucho con respecto a este tema e, incluso, algunos llegan a buscar consejos en personas del extranjero, pues consideran que tienen una ‘mentalidad más abierta’.
‘Salir del closet es un paso que requiere un alto coraje, y uno tiene que estar preparado. Se tienen que considerar los efectos que pueda traer eso. Sólo porque otras personas lo hagan, no significa que ustedes también lo tienen que hacer. Enfóquense en la gente que los quiera y los apoye’
Un Coreano Boliviano llamado David hablando de su experiencia siendo gay en Corea
Aun con todo esto, en los últimos años se ha hablado más abiertamente del tema, y se ha estado trabajando en pro de nuevas leyes para los miembros de la comunidad LGBTQ+.
Por ejemplo, en Agosto del 2017 la Corte Suprema ordenó al Gobierno que permitiera a una fundación de derechos LGBTQ+ ‘Beyond The Rainbow’, registrarse como una organización benéfica para que así pudiesen recibir donaciones y proceder en conformidad con la ley.
Marchas del orgullo en Corea
Cada año que pasa, las marchas del orgullo LGBTQ+ en Corea del Sur aumenta en el número de participantes. Hace una década a penas llegaban a los 2.000 asistentes, y ahora se calcula que son más de 80.000 tan sólo en Seúl.
En desfiles del orgullo de todo el mundo es normal escuchar canciones de Lady Gaga, pero en Corea del Sur también se reproducen temas de K-pop como ‘Ddu-Du-Ddu-Du‘ de Blackpink, ‘Fire‘ de 2NE1, ‘Yes or Yes‘ de Twice y ‘Yes I Am‘ de MAMAMOO.
Todos los años, los desfiles cuentan con un gran cinturón policial para protegerlos de las redadas violentas provocadas por los protestantes religiosos que se aglomeran a la par del desfile.
Antes la gente no asistía por el temor al qué dirán, pero las nuevas generaciones han demostrado tener una mente más abierta al tema. El futuro promete grandes cambios para Corea, pero también es cierto que todavía queda un camino largo por recorrer.
Soldados gays sufren violencia y discriminación dentro del ejército
En Corea del sur, los hombres están obligados a prestar servicio militar por 21 meses como mínimo. Y los hombres que pertenecen a la comunidad LGBTQ+ viven un constante hostigamiento, pues las relaciones sexuales entre hombres en las fuerzas armadas están penalizadas. El artículo 92 del Código Penal Militar lo considera como ‘acoso sexual’, aun si hay consentimiento, y se paga hasta con un año de prisión.
En el 2010 un tribunal militar había dictaminado que esta ley no era válida, pues la homosexualidad es algo demasiado personal. Pero de todas formas, en el 2011 el Tribunal Constitucional de Corea del Sur declaró que dicha ley sigue en vigencia.
Esta ley ya está siendo desafiada, pues es injusto para los soldados gays, que además sufren violencia, discriminación y abusos dentro del ejército sólo por la existencia de esta legislación.